11.07 Due diligence en inmuebles arrendados riesgos habituales
La due diligence en inmuebles arrendados se centra en analizar cómo la situación arrendaticia afecta al valor, a la disponibilidad futura del activo y a los riesgos legales y económicos asociados. La existencia de un contrato de arrendamiento no es en sí un problema, pero sí un factor determinante en la toma de decisiones.
En muchos casos, los riesgos no derivan del inmueble en sí, sino de una interpretación incompleta o incorrecta del contrato, de su antigüedad o de la normativa aplicable en función de la fecha de firma.
Entre los principales aspectos que se revisan en una due diligence de inmuebles arrendados destacan los siguientes:
- Tipo de contrato y régimen legal aplicable: identificación de si se trata de vivienda, uso distinto, renta antigua u otros regímenes especiales, así como la normativa vigente que resulta de aplicación.
- Duración real y prórrogas: análisis de los plazos contractuales, prórrogas legales u obligatorias y escenarios de recuperación del inmueble por parte del propietario.
- Renta pactada y actualización: verificación de la renta inicial, su actualización conforme a IPC u otros índices y coherencia con los importes efectivamente percibidos.
- Derechos del arrendatario: identificación de posibles derechos de adquisición preferente, subrogaciones, transmisiones o situaciones de especial protección.
- Estado de ocupación: comprobación de la ocupación efectiva, posibles cesiones, subarriendos o usos distintos a los contractualmente pactados.
- Riesgos de resolución o conflicto: detección de posibles incumplimientos, procedimientos judiciales en curso o contingencias futuras previsibles.
El objetivo de esta revisión es evitar sobrevalorar la capacidad de renta o disponibilidad del inmueble, anticipar escenarios realistas y permitir que el cliente adopte decisiones informadas, especialmente en operaciones de inversión, herencias, procedimientos judiciales o valoraciones contradictorias.

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