La base de una buena valoración radica en la buena información que se pueda obtener, en la obtención de testigos, y una buena información reside en el volumen de la misma y en su calidad. Es necesario disponer de varias fuentes para poder contrastar los datos obtenidos de las mismas, las más frecuentes:
- Información directa sobre operaciones de compra.
- Consultas a particulares.
- Prensa especializada del sector inmobiliario (publicaciones y páginas web).
- Consultas al agente de la propiedad inmobiliaria.
- Consultas al promotor y constructor.
- Consultas al técnico municipal (arquitectos o aparejadores principalmente en núcleos de reducida importancia).
- Consultas de tasaciones elaboradas.
El tasador, en la visita de inspección procederá a la recogida de datos de ofertas suficientes para poder realizar las consultas. La obtención de la información debe hacerse de forma que no ofrezca dudas o posibles interpretaciones, y el objetivo de cada consulta es conocer las características necesarias para poder proceder a la homogeneización de comparables:
- Provincia.
- Municipio.
- Código postal (en su caso).
- Calle (en su caso)
- Número de policía (en su caso y para los edificios que no sean viviendas unifamiliares).